Acehúche, la capital extremeña del queso de cabra. Localidad situada en la zona centro-oeste de la provincia de Cáceres, formando parte de la mancomunidad de Rivera de Fresnedosa. Cerca del límite con Portugal, ocupando una extensión cercana a los 90 kilómetros cuadrados, con unos 870 habitantes aproximadamente.
Acehúche tiene además atractivos arquitectónicos de mucho interés como varias ermitas. Una es la ermita de Santa María, también conocida como Nuestra Señora del Cerro, construida en el siglo XVII y que se encuentra junto al cementerio. Otra, la del Cristo de la Cañada, del siglo XVIII, es un sencillo templo barroco dentro de la población y encontramos una tercera ermita, la de Nuestra Señora de Fátima, de finales del siglo pasado. También podemos visitar el puente viejo de Acehúche , un puente de corte medieval sobre la rivera de Fresnedosa, dando paso a un antiguo camino carretero que unía las localidades de Zarza la Mayor y Acehúche. Situado en el límite de los municipios de Ceclavín y Acehúche. Dando nombre a la dehesa conocida como Dehesa del Cancho del Puente de la Pizarra.
El visitante no debe prescindir de un paseo por Acehúche y disfrutar de su muestra patrimonial más destacada, la Iglesia de San Juan Bautista, situada en el centro de la plaza de la Iglesia, al lado suroeste del casco urbano y próxima a lo que fue la casa-palacio de la Encomienda, en el centro del pueblo, realizada en el siglo XVII, predominando el estilo barroco, siendo de dimensiones moderadas y planta rectangular. Revocados sus muros, conserva la cantería en contrafuertes, fachada y base de la torre. Tiene una portada gótica de finales del siglo XV, y en ella el escudo de la Casa de Alba, respaldado por la cruz de la citada orden. Su coro de madera, apoyado sobre dos sencillas columnas, se conserva así idéntico a como se describe en el siglo XVII.
Pero si por algo es conocido Acehúche es por su queso, que ya es una de las estrellas gastronómicas de Extremadura. Se obtiene de leche cruda de cabras retintas, verata y serranas y de cuajada animal. El resultado es un queso de textura compacta de pasta blanca, semi dura y grasa que en boca. Resulta ligeramente picante y que alcanza su maduración a los dos meses. Hoy, y manteniendo la ancestral tradición heredada de los antiguos cabreros, el queso se elabora en modernas queserías artesanales donde manos expertas continúan realizando el prensado a mano, el volteo necesario y el afinado preciso.
A todo lo anterior tenemos que añadir que, A 1,5 km de Acehúche, se halla la «Necrópolis de La Chanclona» formada por unas 30 tumbas rectangulares, todas ellas excavadas en la roca aprovechando los afloramientos de las pizarras en la zona. Se cree que su origen sea posiblemente prehistórico.
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Y si por algo destacan las localidades del Valle del Alagón es por sus festividades, los días 19, 20 y 21 de enero en las vísperas de San Sebastián, las calles de Acehúche se engalanan con romero, los balcones con colchas y pañuelos de colores y sus vecinos se sumergen en un ambiente festivo. Una fiesta en la que los personajes mezclan la tradición cristiana con elementos paganos. La fiesta tiene al parecer su origen en la leyenda de San Sebastián, un soldado romano que fue juzgado y condenado a muerte por no renegar de su fe cristiana. Tras ser torturado fue arrojado a las fieras (representadas por las carantoñas), pero éstas se mantuvieron a su alrededor sin atacarle, mostrando así su respeto al Santo. El traje de estos personajes se monta con seis pieles de animales sin curtir y una máscara forrada con pieles y decorada con pimientos, colmillos y orejas de animales. Una ancestral tradición extremeña «Las Carantoñas» que han sido nombradas Fiestas de Interés Turístico nacional.