Relatan las leyendas que en el lugar de Aceituna, situado en la misma frontera artificial entre las mancomunidades de Tierras de Granadilla y Valle del Alagón, se encontraba Ébura y a raíz de que fuera destruida y arrasada por las llamas, se construyo muy cerca la que hoy conocemos como Aceituna. Entre los vecinos se cuenta que “¡Negritu cumu una aceituna quedó el pueblu de Ébura!” que al quedar sumamente chamuscado, decidieron bautizar a la nueva población construida como Aceituna.
La villa de Aceituna se sitúa al norte de la provincia de Cáceres, en la mancomunidad del Alagón. Con una extensión de 40 km cuadrados y unos 600 habitantes. Al oeste se encuentran las Sierras de Trapilavado y Dios Padre. Abunda el agua, y tres charcas se dedican a la producción de la tenca. Otro de los posibles motivos de su nombre viene determinado por la abundancia del olivar, cuya especialidad es la aceituna de mesa, con gran fama, a la que se añade el cordero alimentado con sus abundantes pastos.
Aceituna, tiene por patrona a Santa Marina, aquella de la que dicen que nació en Balcagia (actual Bayona, en Pontevedra) en el año 119. Al parecer, era hija del gobernador romano Lucio Castelio Severo y de su esposa Calsia. Cuentan los relatos legendarios que, estando Lucio Castelio recorriendo sus dominios de Gallaecia y Lusitania, Calsia dio a luz a nueve niñas en un solo parto. Temiendo el furor de su marido, repartió entre varias familias cristianas a toda su prole. Una de ellas fue Marina, de cuya educación se encargó San Ovidio. Los “canchaléruh” narran bonitas leyendas sobre esta santa, que nada tienen que ver con las que corren en los libros sobre ella. En algún que otro relato la mencionan como “novia de San Pedro”.
Fundada en el siglo XIII como aldea del Señorio de Galisteo, el que se disolvió en 1837, naciendo así el municipio de Aceituna igual que otros muchos. Y en 1842 Aceituna junto a los demás municipios que se formaron acordaron repartirse sus tierras y montes, dando lugar a los términos municipales. Estos términos fueron modificados por acuerdos entre los municipios, pues se acordó un plazo para cambiar los municipios hasta la forma que hoy conocemos.
Algunos de los atractivos de Aceituna son la La ermita del Cristo de las Angustias, una sencilla construcción del siglo XVI. Frente a la portada de acceso a la misma se eleva una cruz del siglo XX, según consta en la leyenda inscrita en su base: ‘COLOCO SIENDO PARROCO, AÑO DE 1919’. Tambien podemos ver la Cruz del Agua, la pobreza artística de esta cruz/crucero no está en consonancia con la riqueza de tradiciones que se daban en torno a ella, según el vulgo popular y la peculiaridad de haber sido tallada en la misma roca de una sola pieza. La Iglesia de Santa Marina, curioso edificio levantado en el siglo XVIII, fabricado en sillería. El interior consta de una nave de reducido volumen y cabecera de tamaño monumental, también de sillería y potentes contrafuertes exteriores. El ábside es semicilíndrica, se cubre con una airosa bóveda de crucería, mientras la nave se cierra con una estructura de madera que apoya sobre arcos diafragmas.