
Coria es la localidad más importante del Valle del Alagón, aunque no forma parte de ninguna de las mancomunidades está situado entre ambas, justo en las tierras conocidas como vegas del Alagón, siendo además la única ciudad del valle. Perteneciente a Coria también podemos encontrar las poblaciones de Puebla de Argeme y Rincón del Obispo siendo estas poblaciones de colonización.
Coria no es solo la localidad más importante del Valle del Alagón, es también la más grande, teniendo el título de Muy Noble y Muy Leal Ciudad de Coria, siendo además, sede episcopal de la diócesis de Coria-Cáceres.
Volviendo atrás en el tiempo, no se sabe claramente como y cuando fue fundada Coria, habiéndose encontrado restos líticos del periodo achelense antiguo, en las orillas del río Alagón a la altura de Rincón del Obispo, o más recientemente en la ermita de la Virgen de Argeme. Lo que si sabemos es que el primer asentamiento documentado fue de origen vetón, sobre los siglos VIII-VI a. C. donde ya se le dio su primer nombre, Caura.
Una vez conquistadas las tierras vetonas por los romanos en el siglo I a. C, Coria pasa a denominarse Castrum Caecilium Cauriense y posteriormente Caurium, que en el Bajo Imperio logró la ciudadanía romana. Ya tras la caída del Imperio Romano se instituyó la sede episcopal en Coria.
Durante la ocupación musulmana Coria, pasa de llamarse Caurium a Qüriya, siendo un lugar de luchas constantes a lo largo de tres siglos entre musulmanes y cristianos y donde volvería la diócesis tras la reconquista.
Gracias a toda su historia, Coria sigue siendo un importante centro turístico, por la cantidad de monumentos que se conservan e indudablemente por sus fiestas de San Juan, consideradas de interés turístico nacional.
Pero si hablamos de su arquitectura, en Coria hay numerosos elementos que destacan, sus murallas, de origen romano, la barbacana y el castillo, de finales de la reconquista, son el ejemplo de que fue una localidad con constantes enfrentamientos por su control. Coria cuenta también con la Catedral de Santa María de la Asunción, donde se conservan una magnífica colección de pinturas, esculturas y orfebrerías, así como con el Museo Catedralicio, donde se muestran importantes piezas sacras, en las que se cuenta con el Mantel de la Santa Cena, como elemento principal, pero en el que destacan también una página autógrafa de la “Summa” de Santo Tomás de Aquino.
Paseando por el casco antiguo de Coria se sigue contemplando la historia de esta población, y nos iremos encontrando con el Palacio Episcopal, el Convento de la Madre de Dios, el antiguo Seminario Conciliar y la Iglesia de Santiago.
Además, los amantes de la ornitología podrán disfrutar de varias parejas de cernícalo primilla que anida en el casco histórico de Coria.
Pero aquí no terminará de sorprenderse el visitante, que también podrá visitar la Ermita de Nuestra Señora de Argeme, la Cárcel Real, su puente viejo, el Palacio de los Duques de Alba, restos de la Vía Dalmacia, el Hospital de San Nicolás de Bari, Alhóndiga, el Consistorio Antiguo, el puente de hierro, el Jardín Botánico… Y la lista prosigue en una ciudad que tiene mucho que ofrecer al visitante.
Y para finalizar hablaremos de sus fiestas, siendo las más importantes con diferencia las Fiestas de San Juan, donde el protagonista principal de la fiesta es el toro, procediendo estas de tiempos de los vetones, que rendían culto al toro, considerado un animal sagrado. Entre otras fiestas y eventos a destacar encontramos la Semana Santa, la Feria Internacional del Toro y el Festival Internacional de Guitarra, pero durante el año se celebran muchos más.
Esta unión de cultura e historia hacen sin duda de Coria, una ciudad especial, no solo dentro del Valle del Alagón, sino para todo el territorio extremeño y nacional, donde el visitante encontrará una localidad interesante, acogedora y deseosa de ser conocida.