Llegamos sobre las 7 de la tarde, y ahí estaba recibiéndonos desde lo más alto su castillo, el castillo de Marmionda, defendiendo Portezuelo y el Valle del Alagón desde tiempos de los visigodos.
En la puerta de la Iglesia de Santa María ya estaba preparada la enorme montaña de leña que pronto se convertiría en la hoguera de la “La Velá”. Como todavía era pronto nos dejamos guiar por el sonido de los cohetes que nos llevaron hasta la plaza del pueblo, donde los jóvenes y los mayordomos de los Santos ya habían empezado los festejos.